viernes, 8 de agosto de 2008

La habitación




Hace una semana decidimos hacer unos cambios en casa. La habitación de arriba ha tenido varios usos. De ser la de "invitados" pasó a ser la de "Igone", y como tal, los invitados que venían a casa para pasar unos días empezaron a convivir con unas pocas toneladas de ropa, zapatos, complementos, peluches, fotos familiares y no familiares.

Así transcurrieron estos años, hasta que Igone me advirtió que serían necesarios unos "pequeños" cambios en la organización del hogar y en especial de ESA HABITACIÓN para poder acomodar a un par de "churumbeles" ucranianos como es debido. En fin, esas cosillas que se les ocurren sólo a las féminas, ya que si de nosotros dependiera, los tiernos infantes vivirían en la caseta de Poker tan ricamente...


¡Dicho y hecho! y por ser fiel al viejo dicho de que si tu mujer te dice que te arrojes por un puente vayas buscándote un paracaidas, hace dos días encargamos unos trabajos de aislamiento de paredes y techo, que la susodicha habitación era un iglú en invierno y un cocedero en verano. No se puede tratar a los chicos como a los invitados, ya se sabe...

Vinieron los operarios y tras de sí dejaron una zorrera perfectamenete aislada contra toda inclemencia atmosférica, pero zorrera con toda las de la ley.

Y como a rio revuelto, ganancia de pescadores, veanse las fotos de un cambio total de la personalidad de lo que en otro tiempo fue una habitación de invitados, seria y elegante y ahora pretende ser una tierna morada para inocentes mocosetes.

10 horas de "deslome" y no digo más...

1 comentario:

Isabel Y Vita dijo...

Muy, pero que muy bien, Pablo,efectivamente estás siguiendo el protocolo previsto. Antes de viajar a Ucrania es imprescindible unas cuantas horas de deslome y cuanto más vayas haciendo, más verás lo que falta todavía. Dile a Igone que no se ponga guapa sólo para la foto y que se ponga el " mono" de trabajo como Dios manda porque así no terminareís en la vida. Cuando esté lista queremos fotos de esa obra de arte,vale???. Un abrazo