jueves, 31 de julio de 2008

El sueño de una noche de julio

Nos hemos bajado a la terraza a refrescarnos después de la medianoche, aunque no corre ni una gota de viento y, a pesar de que Igone trabaja mañana, se ha traído su portátil a curiosear por los foros de Ucrania. En este ambiente relajado donde sólo se oyen coches en la distancia, algún vecino trasnochador y grillos, ella me va contando anécdotas e historias de nuestros compañeros de fatigas (ya en Ucrania, ya en España), que la verdad son poco halagüeñas...Da la sensación de que sólo lo malo se cuenta.
-
Al final llegamos a la conclusión de que no se sabe qué suerte vamos a correr por allí cuando nos toque. Leemos casos de padres que van por su cuarta cita, cambios en la Ley rechazando a los adoptantes monoparentales, limitaciones de edad a los 45 años, citas fracasadas con niños muy enfermos, listillos que quieren hacer su "agosto" a costa del bolsillo de padres que aún no lo son, facilitadores sufridos y esperanzas cumplidas y no cumplidas. Esto es una aventura en toda regla y aquí nadie sabe cómo te va a ir.
-
Las tres "pes" que decíamos el otro día: Paciencia, papeles, y "pasta" (y mucho de todo).

1 comentario:

Isabel Y Vita dijo...

Habeís hecho una reflexión muy acertada, efectivamente Ucrania es así, nadie sabe lo que se va a encontrar. Para nosotros sin duda ha sido la gran aventura de nuestra vida, nos lo planteamos como vosotros desde el primer momento y la verdad que tuvimos muchísima suerte, todavía no nos lo creemos, pero es importante afrontarla con mucha positividad y tratanddo de ver siempre la parte positiva. Vosotros estaís en el buen camino y os queda poquito ya para estar cerca de vuestro hij@. Os aseguramos que no hay ningún otro riesgo en esta vida que merezca más la pena. Muchos besos desde Asturias