martes, 8 de julio de 2008

Una de cojos...


Si hay alguien que lee este cuaderno de bitácora con objeto de sacar información acerca de un proceso de adopción en Ucrania, que no siga, pues lo de hoy es fruto de mi aburrimiento y poca cosa de interés vas a encontrar, amigo lector.


Héteme aquí con "la pata chula", o como me dijo el médico de urgencias hace dos noches ,"tendinitis-nosequemás". El caso es que andar casi no puedo y ni mucho menos pasear al "bicho-Poker". ¡Ah, sí! "calcificación del tendón", eso dijo (véase la radiografía, si es que algo ve vd.)

Claro que tiene sus cosas buenas estar "remoloneando" en casa, como por ejemplo dejar que Igone vaya a Madrid a buscar los papeles que nos faltan, que baje a la farmacia y yo ser objeto de su pena y atenciones (no hay nada que enternezca más a las féminas que una vieja herida de guerra). Decía la protagonista de una novela que leí "como todas las mujeres odio las guerras, pero me siento enternecida por los que las hacen y llevan en ellos sus huellas". Así que como te decía curioso lector, no busques provecho de estas líneas que estoy aquí sentado por puro A-B-U-R-R-I-M-I-E-N-T-O.

Un sólo apunte del tema adopción: este viernes es límite para nosotros para enviar todo a Ucrania apostillado y traducido. Y a partir de ahí que sea lo que Dios quiera, o lo que quieran los funcionarios kiev-enses, que la suerte nos acompañe y hasta luego Lucas, que me voy a las Molucas...

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